viernes, 12 de agosto de 2011

Consejos para sobrevivir a una suegra

Por Constanza Crotto  Infobae.com


Suele ser el personaje más conflictivo de la familia política. La psicóloga Beatriz Goldberg, consultada por Infobae.com, cuenta algunas técnicas para que soportar a la madre de tu pareja no se vuelva una misión imposible

“Me estoy por casar y la mamá de mi novio se mete en cada detalle de la boda. Quiere elegir todo, no deja de criticar y está en contra de lo que digo y hago. Hasta está presente en las peleas de pareja”, cuenta Alejandra, de 27 años.
El caso de esta joven es más común de lo que parece. Si bien la relación con la familia política es difícil, la suegra suele el eslabón más complicado de la cadena.

Existen infinidades de personas que consideran a su suegra una verdadera pesadilla. Los formas de manifestar ese terrible sentimiento son de lo más variadas.
Mientras que algunos optan por callarlo y contárselo a la almohada, otros prefieren gritar a los cuatro vientos cuánto aborrecen a esta figura femenina. En la misma web hay un espacio que uno de los tantos oprimidos creó para desahogarse.
El nombre del blog ya lo dice todo. “Matenamisuegra” es un lugar virtual dedicado íntegramente a este personaje que, para muchos, está empeñado en tornarles la vida imposible.
“Hace poco más de un año, cansado de soportar a mi suegra, decidí emprender esto de los blogs como forma de desahogo. Durante todo este tiempo les he contado cientos de aventuras que me han tocado sufrir por culpa de la vieja esta”, contó Javier, creador del espacio, a Inbofae.com.
“Mi suegra es insoportable, pero es lo que hay. Cuando fui al registro civil y firme todos los papeles en ningún lugar mencionaba que la tenía que soportar. Aunque si lo hubiera dicho, tal vez no me percataba del peligro real que representan, no solo para el núcleo familiar generando intrigas y convirtiendo a mis hijos en todo lo opuesto a lo que yo siempre soñé, sino para la humanidad”, sostuvo.
Por cuestiones obvias, Javier no se animó a dar su apellido. Sólo develó que vive en un pequeño pueblito en Entre Ríos y que el espacio que creó le sirvió como "cable a tierra". Y agregó: "Si no tenia algo para desahogarme seguro cometía ‘suegricidio’”.
Tipos de suegras
Sería imposible generalizar a las suegras. Cada es única y, afortunadamente, irrepetible. En su libro llamado “Suegras”, la psicóloga y escritora Beatriz Golberg hace una desopilante clasificación sobre los tipos que existen en el mundo.
1) Suegra absorbente, también llamada “madre pulpo”, que muestra sus tentáculos de a poco, disimuladamente hasta que terminan ahogándote. Sus mensajes suelen ser subliminales, con frases como “¿podés?” o “¿te arreglás?”.
2) La víctima, que es la típica que, cuando uno le cuenta una viviencia, a ella siempre le pasó algo peor. Para la experta, lo ideal es no competir con ella en su papel de “pobrecita” porque nada podrá igualarlo.
3) La banquera y bancadora, que son las que cobran su ayuda demasiado cara. Pueden llegar a ser exitosas marketineras salvo cuando se trata de ayudar a su hijo. Son las que suelen prestar dinero para un negocio condenado al fracaso y se pasan la vida echándolo en cara.
4) La narcisista, que busca vivir a través de su hijo y suele depender mucho de él porque se cree legítima merecedora de tal sostén. Tiene la idea fija de que su hijo la va a abandonar.
5) La descalificadora, cuya frase de cabecera suele ser “No vas a poder...” y constantemente emite mensajes pesimistas y desvalorizantes.
Una relación particular
En la relación suegra- nuera hay algo muy claro: la mayoría de las madres no quiere dejar libres a sus hijos. La rivalidad entre las partes comienza cuando la suegra siente que la “otra” se apodera de su “bebé”.
Si bien el factor sobreprotección es inevitable, Goldberg señaló en diálogo con Infobae.com algunas técnicas para que la convivencia con la madre de tu pareja no se convierta en un auténtico campo de batalla.
- Uno de los peores defectos de una suegra es su afán de hurgar su nariz en todo, en lo que le compete y en lo que no. Por eso, hay que tener bien en claro que una pareja está integrada por dos personas y que la suegra jamás debe formar parte de ella. Las discusiones no tienen por qué llegar a sus oídos y en poquísimos casos debe preguntársele su opinión sobre un tema.
- Cuando la suegra habla de más o hace alguno de sus típicos comentarios subliminales pero dañinos, es su hijo biológico quien debe ponerle los límites. El “basta” no debe salir nunca de la boca de una nuera. Caso contrario, se crearía un resentimiento casi incurable.
- Lo mismo ocurre con los espacios. Por lógica, una madre extraña a su hijo y aprovecha cuanta oportunidad se le presenta para verlo y mimarlo. Cuando sus visitas se tornan “demasiado” frecuentes, es el hijo quien debe explicarle sutilmente que avise antes de llegar. Decirle“si vos avisas antes, te vamos a recibir mejor” es una opción que propone Goldberg a la hora de las excusas.
- Muchas veces suegra y nuera se ven pugnando por el amor de un mismo hombre. Un buen ejercicio es ponerse en el lugar del otro y pensar qué sentiría uno si su hijo está formando una pareja. Y dejar a la madre manifestarle el cariño de su hijo. El amor que se le tiene a una mamá es diferente al de una esposa. Además, hay cariño para ambas. Lo ideal es basar la relación en la compatibilidad más que en la competencia.
- Evitar la confrontación cara a cara. Pese a que no nos guste, es su madre, quien le dio la vida y lo trajo al mundo. Más allá de todo, como dice el refrán, “madre hay una sola”.
La suegra es nuestra primera y clásica acepción (madre del cónyuge) muy a menudo es el blanco de chistes y burlas diversas, y es que la imagen de la suegra está un tanto deteriorada.
Mi respeto por las madres en general pero hay madres tan absorbentes con sus hijos que, incluso ya casados, les siguen influenciando y manejando fácilmente. Lo grave no es sólo que los controlen hasta modificar a veces su capacidad de decisión por puro egoísmo, nunca reconocido, sino que cuando estos hijos se casan esas madres meten cizaña para enfrentar a la pareja entre si y hacer de la nuera un enemigo a vencer de todas formas.


Si la nuera se somete a la esclavitud que sufre su marido, no habrá mucho conflicto, pero si por ventura se le ocurre oponerse a los designios de la suegra es mujer sentenciada y se acabará deteriorando la pareja.
Conozco muchas madres absorbentes que causan mucho daño con su actitud castrante sobre el hijo. 
Su intervencionismo es tan exagerado y tan repudiable su control que siembran la discordia de inmediato en la familia. Ante tal situación si una nuera experimenta en sus carnes el dominio implacable de ese tipo de suegra debe armarse de valor y disimular algunas veces para que no estalle la guerra pero si ve que la absorción perdura deberá ofrecer resistencia a su manera.
Algunas deciden avisar al marido de la influencia que sobre él ejerce ese tipo de madres (en pocos casos éste reconoce el dominio y se rebela). 
Alguna manifiesta a la suegra su opinión muy clara del porque se entromete en la relación de pareja.(acabará por odiarla al verse en evidencia).
Otras optan por respetar la relación de la madre y el hijo sin meterse por medio.
Otras se someten con tal de que la relación perdure.y otras denuncian desde el principio esa relación tan enfermiza y o quedan condenadas o muy respetadas.
Tiene difícil solución este problema. Por eso que cada una haga lo que más le convenga pues no hay soluciones universales para nueras y suegras. La mejor solución es que esas madres reconozcan que sus hijos no son sus hijos ya, que acepten que el hijo/a se ha casado y tiene que vivir con su esposa/o y decidir los dos sobre su vida, no imponer su voluntad asfixiante y que el hijo/a no o ceda al imperio de la madre.

Pero esto es solo un pensamiento en voz alta.

Por eso con ayuda de todos, se tratara de mediar una muy fácil vida en paz con nuestra suegra.!!!